Noticias Fecha: 15/06/2012 - 12:28 Hs

Enfoques sobre la historia del Jazz en Paraguay

Enfoques sobre la historia del Jazz en Paraguay

Al mismo tiempo aparecen un libro sobre la historia del jazz en Paraguay, con entrevistas a los maestros de esta especialidad, y un cedé que, en clave de jazz, reescribe la música de Agustín Barrios.

Jazz de tierra roja

Así como el blues surge como un efecto mancomunado para la resistencia de los esclavos negros en aquellas plantaciones del Sur de los Estados Unidos, se podría decir que el jazz aparece, inevitablemente, como un intento desesperado y alegre por encontrar la libertad a través de la música.

Pero así como nacida engrillada, una vez liberta esta música se expandió salvaje por los confines del mundo, como un irreverente pájaro negro (o el albatros de Baudelaire) dibujando notas en el pentagrama interminable del cielo in blue.

Por todo esto, me es inevitable pensar en ese albatros anclando en el puerto de Asunción, allá por la década de 1940... Entonces, "probablemente, la primera vez que la palabra 'jazz' aparece ligada a un grupo de música en nuestro país fue cuando la orquesta que formaron Arsenio Gómez Achón, Neneco Norton, Johnny Torales y Alberto Evans, en el año 1944 debuta en el Teatro Municipal con el nombre de Asunción Jazz".

Este dato es doblemente importante, ya que, por un lado, marca el posible inicio de la presencia irreverente de esta música en los escenarios paraguayos; y, por otro lado, marca el inicio de la historia escrita sobre género, y sus inicios en el difícil terreno artístico del Paraguay del siglo XX.

Con solo este hecho, me atrevo a decir que el libro Jazz en Paraguay. Entrevista a los Maestros del Jazz Paraguayo (FONDEC, Asunción, 2012), de José Villamayor y Riccardo Castellani, es desde ya fundamental para trazar el desarrollo de la música popular en nuestro país. Un libro pequeño por su cantidad de páginas, pero enorme por el valor de sus testimonios.

Acordes que causaron revuelo

Los maestros entrevistados son: Palito Miranda, Kuky Rey, Carlos Schvartzman, Remigio Pereira, Riolo Alvarenga, Dani Cortaza, Toti Morel, Ronnie Knoller, Nene Salerno, Carlos Centurión, Tato Zilli, Germán Lema y Gustavo Viera.

Construido a partir de las entrevistas que Villamayor (también músico de jazz) fue realizando a los protagonistas desde su programa "Paraguay Jazz On Line", transmitido vía internet durante el año 2010, Jazz en Paraguay... reúne no solo anécdotas y experiencias de los músicos, sino que rescata, a su vez, el pensamiento de los mismos en cuanto a la evolución y el estado actual de la música popular y contemporánea en el Paraguay. Este no es un detalle menor, puesto que, justamente, la historia del jazz en nuestro país estuvo marcada por una fuerte resistencia de parte de los "puristas" del folklore nacional, quienes se mostraban aterrados al oír arreglos de séptima novena con quinta bemol (acorde típico de jazz) en las canciones del repertorio folklórico. "Usted asesina la música paraguaya", cuenta Kuky Rey que le dijo un director de Radio Paraguay, en la década de los sesenta. "¡Qué lástima que no puedo explicarle nada, porque usted no tiene posibilidad de entenderme!", contestó Rey a su inquisidor, y no volvió a tocar en esa emisora.

Esta anécdota refleja, por un lado, lo tirante que fue, durante muchos años, la relación entre los músicos folkloristas y los populares; y también es reflejo de lo hostil que se presenta siempre una sociedad conservadora ante la irreverencia, y ante cualquier intento de avance social y cultural.

La música que tendrá que venir

El "Postludio" de Jazz en Paraguay... muestra cómo en la actualidad, si bien todavía hay quienes se resisten a lo nuevo, muchos de aquellos dogmas musicales se están desvaneciendo. "Era algo que tenía que suceder --dice Carlos Centurión--, una etapa en la que teníamos que experimentar: empezar a romper el cascarón. Actualmente la música paraguaya está en un momento propicio para que nazca una nueva música paraguaya, porque hay una necesidad". Remigio Pereira va más allá y recalca la necesidad de que haya una continuidad entre la música paraguaya de los grandes compositores y la música actual, proponiendo un análisis de todo lo que se hizo y lo que no se hizo antes, en materia del estudio de nuestra música. "Vemos un espacio muy grande que existe hasta la actualidad, y no nos preguntamos por qué Canto de mi selva es así tan bello así como es, y dónde está el secreto de la orquestación de Herminio Giménez, por qué es tan linda la forma en que utiliza las cuerdas, y no hay ningún libro, y los estudiantes están totalmente vacíos de eso. Nunca se analizó el trabajo de Flores, de Luis Cañete, de Lara Bareiro (...). Por eso es importante que los jóvenes músicos empiecen a hacer este tipo de análisis históricos, y a partir de ahí empezar a construir. Si se hace esto dentro de un ámbito de investigación, yo creo que va a salir algo bueno. Y de lo nuevo que salga podrán salir nuevamente variantes, y ahí podemos decir que estamos en camino", sintetiza Pereira, hacia el cierre del último capítulo de Jazz en Paraguay...

Entonces, mientras leo la lista de temas propuestos, al final del libro, por los maestros entrevistados, puedo imaginarme una vez más al viejo pájaro del jazz aletear hacia el futuro, ya que habrá mucho aún por volar.

Agustín Barrios suena a jazz

Germán Lema presentó su último trabajo, Reescribiendo a Barrios, en abril pasado. Una obra para homenajear a uno de los compositores más grandes del Paraguay, pero también una búsqueda personal de otros lenguajes y la demostración de que puede haber un jazz propio de Paraguay.

Lema habló con el Correo Semanal sobre su disco, que lanzó en el Teatro "Tom Jobim", de la Embajada de Brasil, el sexto en su carrera. "Es una búsqueda, de mi parte, de expandirme hacia lenguajes que no manejo, y por eso tomo músicos clásicos, no de jazz, como Granados y Barrios", arrancó. El material anterior del compositor fue justamente Reescribiendo a Granados.

Así también Lema indicó que es una forma de ver si se puede "empezar a generar un jazz que sea paraguayo". "Que suene a algo local, con conceptos melódicos locales", siguió. Con este disco quizás esté sentando un precedente, y pretende alejarse del sonido foráneo, por así decirlo, para que suene más a un jazz "de acá".

Homenaje y no falta de respeto

Consideró que no es una falta de respeto este trabajo que hizo. "Uno no va a poner los meses de laburo que eso implica, la energía, la financiación que implica hacer un material como ese para burlarse de nadie", alegó.

Y el disco tiene distintos pasajes. Sin duda da para escucharlo y desmenuzarlo. Las composiciones del pianista hacen de este material, uno imprescindible en la discografía de música paraguaya. Que es a lo que Lema pretende llegar. "Cualquier tipo de música puede ser música paraguaya", aseguró.

Ahora, el proceso de hacer el disco, desde concebir la idea hasta tenerlo en forma física, a Lema lo hizo envejecer "unos 15 años", por todo lo que significa grabar un material, y más en la forma en que ellos lo hicieron. Fue en dos sesiones, donde cada canción se grabó en una sola toma. Y lo que se escucha en el disco es eso, cada canción grabada en el momento, con sus errores y con sus aciertos.

"Y me parece superhumano eso", dijo Lema. Para él es importante que se note que son "personas tocando la música". "No es un producto que uno está tratando de sacar al mercado lo más pulido posible", afirmó.

Con respecto al armado del disco, Lema dijo que toca la música "lo más fiel posible", y que hay obras que le salieron más rápido que otras. Pero la complicación se dio con aquellas que no tenían melodías tan fuertes como otras de las que están plasmadas en el disco, lo cual para el compositor demandó mucho más trabajo.

Sin embargo, el disco no se reduce solo a la figura de Germán Lema. La grabación fue hecha por más personas, que acompañaron al compositor en un septeto que se ensambló bien: Sebastián Ramírez, en la batería; Bruno Muñoz, en el saxo tenor; David Pepino Rodríguez, en saxo alto; Gonzalo Núñez, en trompeta; Remigio Pereira, en trombón; Miguel Antar, en el contrabajo; y Cruz Almao, en el cello.

La idea que tiene es que la persona que conoce la obra de Barrios disfrute el disco; la que no, también. "El que conoce a Barrios y no se da cuenta de que es Danza Paraguaya, también la puede disfrutar como música por sí misma", manifestó. Porque, para el pianista, la música "no necesita ser explicada para que sea disfrutable".

¿Cómo conseguir el disco?

Por el momento, el disco se puede conseguir con el propio Germán Lema o ingresando a www.patasarriba.net, que es el sitio de la discográfica que lleva adelante con Alejo Giménez y Sonia Esquivel.

Sobre la venta del mismo, Lema se quejó de las disquerías locales, "Porque simplemente hay un bloqueo a lo que es nacional en las disquerías. Te sacan un porcentaje, casi 50% en algunos casos, y no hacen ni el mínimo esfuerzo por venderlo", afirmó con dureza.

Por lo tanto buscarán cerrar trato con un distribuidor "más respetuoso". "Estamos viendo la manera de redistribuir algo que no es una mercancía, porque es arte", manifestó.

Para cerrar, Lema aseguró que lo mejor que le puede pasar es que este trabajo quede en el acervo cultural de la gente. Sin duda alguna, la ambición va más allá de lo económico: la búsqueda de un jazz que sea netamente paraguayo.

Fuente: Diario Ã?ltima Hora Digital http://www.ultimahora.com/notas/535963-Enfoques-sobre-la-historia-del-Jazz-en-Paraguay

 

 

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